CONFLICTOS DE PAREJA
Sin duda que vivir en armonía es lo que más desean quienes han conformado un hogar, ese sueño mágico de estar en comunión para ser eso, un anhelado sueño, por lo que se ve a diario es lo contrario, pleitos, contiendas, divisiones suele ser el pan diario del que se alimentan muchas relaciones. Todos buscan seguridad, porque esta es un blindaje a la unidad familiar, pero cuando esta se ausenta todo se convierte en una amenaza para la relación y para terceros que no se escapan de las consecuencias.
Sin duda que vivir en armonía es lo que más desean quienes han conformado un hogar, ese sueño mágico de estar en comunión para ser eso, un anhelado sueño, por lo que se ve a diario es lo contrario, pleitos, contiendas, divisiones suele ser el pan diario del que se alimentan muchas relaciones. Todos buscan seguridad, porque esta es un blindaje a la unidad familiar, pero cuando esta se ausenta todo se convierte en una amenaza para la relación y para terceros que no se escapan de las consecuencias.
Se
define los conflictos familiares como las diversas situaciones negativas que se
presentan al interior de una pareja ya sea entre ellos o involucrando hijos y
familiares cercanos.
Estos
suelen presentarse por factores como diferentes maneras de ver las cosas, lucha
por tomar del liderazgo familiar, problemas con fármacos, y otro tipo de
tensiones que conllevan a decir que se está presentando un conflicto familiar.
A los
conflictos familiares los acompaña el sufrimiento de cada uno de sus
componentes llámese pareja, hijos o terceros con quienes se convive, sin darnos
cuenta cada miembro involucrado sufre unos en silencio, y otros expresivamente
al revelar su condición. Los problemas familiares están muy ligados a los
estilos de vida que la nueva familia ha vivido en sus experiencias pasadas,
antes de formalizar su unión. No es un secreto que todos arrastramos cosas de
nuestro hogares paternos y las formas en que estos dieron soluciones a diversas
problemáticas. Es entendible que cada nueva unión es una experiencia
particular, que debe luchar por crear un
modelo familiar nuevo basado en las experiencias que cada uno aporta y en los
principios divinos para el matrimonio.
Los
consultorios de consejeros matrimoniales se encuentran atestados de parejas que
no saben cómo brindar estabilidad emocional a sus relaciones, muchas de ellas con
gran dosis de posesión y violencia de
pareja.
Cuando
Dios diseñó el matrimonio lo hizo con un propósito específico, Esa primera
pareja en el Edén colocaría las bases
para una sociedad que sería el reflejo de la unidad, el amor, y el desarrollo de las comunidades e
instituciones que de allí se desprendieran sin llegar a decir que estarían exentas
de tensión y sufrimiento; fueron diseñados con la capacidad de sobreponerse a
ellos. Todas las parejas están equipadas para sobreponerse a las diferentes
barreras que encuentren en su experiencia diaria si tan solo aplican las normas
del diseñador. El grave problema que tenemos en la sociedad moderna es que
queremos solucionar conflictos que son de tipo espiritual sin consultar el
manual del fabricante.
Los
conflictos familiares suelen generarse por diversos factores entre los más
comunes tenemos:
La comunicación: Esta es un medio de
transmitir pensamientos, sentimientos y emociones, si requerimos a diario
comunicarnos con nuestro entorno laboral y demás personas ¿cuánto más con
nuestra familia que compartimos la mayor parte de nuestra vida? La comunicación
une a las personas, permite dar y recibir información y generar empatía y
afecto entre la pareja.
Una
pareja que descubre el valor de la comunicación tiene un gran porcentaje de éxito
en su relación sin llegar a pensar que no tendrán dificultades y
distanciamientos parciales.
Cuando
esta se aplica familiarmente produce compañerismo y respeto compartido y un
clima familiar saludable.
¿Te
has preguntado bajo que parámetros podemos practicar y mejorar la comunicación?
Siendo
positivos, es la forma en que trasmitimos lo que queremos dar a conocer
Tener
en cuenta al otro, quizá uno de los errores más comunes es centrarse solo en tu
necesidad ignorando las del otro.
Crear
espacios de comunicación, es importante prepara un ambiente cuando se van a
tocar temas álgidos para la relación.
Cuidarse
de la impaciencia. Hay momentos en que la pareja debe aprender que esperar trae
resultados positivos para la relación y no dejarse llevar por sentimientos de
inmediatez.
Cuidarse
de generalizar, señalar es uno de los errores más comunes en las discusiones de
pareja y lo cometen los dos cuando acusan directamente al otro, es normal que a
nadie le gusta que lo coloquen contra la pared y menos acusándolo, existen
diversas formas en la comunicación que permiten decir las cosas y generar una
reacción de reconocimiento en el otro.
Diversas maneras de pensar. Tener criterios
unificados en los hogares es difícil, pero no imposible cuando la pareja está
trabajando en el fortalecimiento de su relación, estar siempre abierto a que es
lo mejor por encima de lo que deseamos o anhelamos permite alcanzar fortaleza en la pareja. Imponer criterios para
no salir perdedor genera muchas divisiones, conflictos, violencia y todo por no
ceder en sus propuestas.
La manera de expresarse. Hablar siempre
en primera persona denota egoísmo y este es uno de los hilos más débiles que
tiende a romperse en las diferencias de pareja. Pensar en pareja es más
beneficioso para la relación que los señalamientos o deseos personales, cuando
una pareja habla en común involucrándose mutuamente “deberíamos”, “porque no
hacemos esto…” dejar visualizar que son equipo y que las consecuencias benefician
a los dos.
La manera de manejar su tiempo libre. Este factor es muy común de consulta debido a que la
pareja tiene diversa formas de interpretarla. ¿Cómo manejar sus espacios libres
y como involucrarse en actividades comunes? Esto muchas veces es generado por
la vida rutinaria en que desembocan las parejas que se entregan demasiado a la actividad laboral retándole importancia
al espacio familiar. Esto conlleva a crear espacios independientes con las ya
sabidas consecuencias. Las parejas necesitan oxigenar su relación pasando tiempos
libres y juntos manejando el equilibrio. El no compartir va a traer que se
presenten constantes pleitos cuando se quiera utilizar el espacio libre que es
propio del hombre como la mujer, ambos tiene derechos a sus espacios libres sin
olvidarse de los mutuos.
Conclusión
Es
inevitable que hallan diferencias en la familia, pero si es posible que esas
diferencias se puedan manejar de manera adecuada de tal manera que no dañen la
unidad familiar. Los conflictos tienden a solucionarse cuando cada uno asume su
responsabilidad y acepta la necesidad de un cambio en sus actitudes y
comportamientos como cuota para para la solución de conflicto.
¡Que Dios
nos ayude!
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