Existen
muchos factores por los cuales las relaciones pueden llegar a fracturarse, una
comunicación deficiente, errores o actitudes negativas muy fuertes en uno o los
dos cónyuges o la intromisión de terceros, etc. La Escritura (La Biblia)
presenta la historia de una relación que duro rota por más de 20 años, Jacob y Esaú
eran dos hijos de una misma pareja, amados por sus padres, pero un amor que se dejó dominar por la conveniencia y el favorecimiento,
Rebeca tenia inclinación afectiva sobre el menor y esto conllevo a buscar la
forma de como favorecerlo delante de su padre que estaba ya viejo (Isaac) y quería
bendecir al mayor como era costumbre en aquellos tiempos Bíblicos. La trama y
el engaño de Rebeca y Jacob, (amangualados) llevó a una enemistad entre los dos
hermanos al punto de uno buscar al otro para matarle. Jacob no solo engaño a su
hermano Esaú esta vez sino que también se apropió de la primogenitura de su
hermano por un plato de lentejas, lo que llevó a Esaú a perder la posibilidad de
tener parte en la dinastía por la cual vendría el Cristo.
Sin
duda habían cuentas pendientes que llevaron
a uno a llenarse primero de amargura y después de odio sobre el otro y
al otro a permanecer huyendo por temor a la venganza de su hermano mayor.
Dejar
que el tiempo sea el que sane las relaciones rotas no es una decisión sabia, el
tiempo lo que puede hacer es que los corazones endurezcan más y se llenen de
costra y la posibilidad del retorno a la amistad sea remota.
Algunos
pasos que podemos dar son:
AUTO EVALUARSE. Este ejercicio es
poco común en los seres humanos enseñados por naturaleza a buscar culpables. La autoevaluación es un
proceso reflexivo personal e interior que permite evaluar nuestro
comportamiento y actitud en situaciones de la vida de una manera objetiva
frente a leyes o principios establecidos.La auto evaluación nos lleva a reconocer que todas las personas fallan y que no
existe perfección humana, y que en esa
ruptura aunque el prójimo puede ser el culpable directo nosotros también dimos
pie para que se quebrantara. La auto evaluación es un examen interno que permite
ver nuestras deficiencias y reconocer como estas influyeron en la ruptura.
Jacob no huía sin razón, había un motivo el cual conocía bien, Él podía
determinar con claridad porque la relación con su hermano estaba en problemas.
MOSTRAR INTERES. Si uno de los
dos no está interesado en la reconciliación en vano trabaja quien busca
restaurarla. Un acercamiento permite conocer el grado de la discordia. La
indiferencia en el otro no ayuda para nada en la resolución de conflictos. En
la reconciliación no debe ganadores ni perdedores, quien realmente gana es la
reconciliación.
ENFRENTAR LOS PROBLEMAS. “Huir es de sabios”
dice el refrán popular aplicado a que muchas veces una buena salida es alejarse
a tiempo, pero en ciertas situaciones no es el mejor consejo. Jacob dio el
primer paso, no tenía paz en su corazón sabía que su vida estaba constantemente
en peligro, su relación con Dios dependía de la reconciliación con su hermano,
por eso envió presentes a Esaú buscando un acercamiento. No solo debemos estar
preparados para perdonar la ofensa sino también para reconocer nuestros errores.
El perdón
debe llevarnos a pasar por alto y ver mayor la reconciliación que el daño que
nos hayan causado, Esaú supo refrenar su dolor, su amargura y perdonar a su
hermano. Comprendió que era más lo que los podía unir que separar ¡Cuántas
familias no están hoy distanciadas por motivos similares?, una herencia, preferencia
familiar, un mal comentario, etc.
RECONOCER QUE SE COMETIERON ERRORES. La franqueza y la honestidad son hermanas. Parte de la
solución de un conflicto es el
reconocimiento que no se actuó correctamente o que se ha dejado de obrar como
debe ser, la segunda parte es la demostración de un deseo de enmienda que contribuya
a restaurar las relaciones. Reconocimiento sin enmienda no ayuda a nada, el perdón
significa pagar un precio mayor que la ofensa, Jesús pago un precio muy alto
dio su vida en rescate nuestro, fuer su perfección y vida santa por nuestra
imperfección y naturaleza caída.
COMPRENDER EL DOLOR DEL OTRO. Mientras una
persona juzgue la ofensa que causo desde su propia percepción es posible que no entienda la magnitud la
herida y del dolor que ha causado en el otro. Las ofensas las experimentan diferentes los seres humanos, igual el éxito; unos llegan a la euforia y al éxtasis otros
las reciben como parte normal de su trabajo y disciplina. También el dolor
causado en una persona no se puede juzgar con exactitud cuánto mal causo tu
ofensa hasta que esa persona no te
cuente como se ha sentido.
CONCLUSIÓN.
El
problema no es tener relaciones quebrantadas ya que existen muchos factores que
conllevan a ello, el verdadero problema es que estas haciendo para restaurar
esas relaciones y cuanto estas dispuesto a invertir para restaurarlas. De
seguro que alguna de las cosas que debes hacer es un cambio de actitudes y
comportamientos, eso significa pagar un precio muy alto para reconciliarte, porque quizá tu corazón no esté
dispuesto a ceder en ello, Jesús pago el suyo ahora espera que como una muestra
de tu amor tú también hagas lo mismo para restaurar tu hogar, tu familia, o una
amistad que valoras.